Dominique Pélicot, el monstruo de Francia: «Soy un violador, como todos los demás acusados»

El caso del violador Dominique Pélicot y la valiente actitud de su esposa y víctima Gisèle Pélicot conmueve a Francia. Él admitió su culpa.

El monstruo de Mazan, Dominique Pélicot, compareció este martes frente al Tribunal de Aviñón, en Francia, después de que el juicio se suspendiera en varias ocasiones por su estado de salud. Lo primero que hizo al sentarse frente al Tribunal, entre lágrimas y dirigiéndose a Gisèle, fue reconocer los hechos.

«Soy un violador, como todos los que están en esta sala. Lo sabían todo y no pueden decir lo contrario. (…) Lamento lo que he hecho, aunque eso sea imperdonable”, dijo.

El acusado de drogar a su mujer durante 10 años para ofrecerla a decenas de hombres desconocidos, que también abusaban sexualmente de ella, compareció sin eludir ninguna de las preguntas del tribunal, aunque en algunos momentos su voz se quebró: «Gracias a los psicólogos, me he dado cuenta de que no nacemos así, que nos convertimos en eso”, en referencia a los episodios de abusos sexuales infantiles que presenció en su infancia, cuando su padre abusó de su hermana adoptiva.

Ante los análisis realizados por los psicólogos y psiquiatras, Dominique se defiende y niega que considerase a su mujer como un objeto, aunque los vídeos digan lo contrario, y ha reconocido que al principio de la relación, por «la diferencia de educación recibida», pudo ser violento con su mujer.

Un violador de 71 años

Pélicot, de 71 años, está acusado de drogar a su exmujer administrándole medicamentos para que la violaran decenas de desconocidos entre 2011 y 2020.

Esta es la primera declaración ante el tribunal de Pélicot desde el inicio del juicio el 2 de septiembre y su testimonio es crucial para los otros 50 procesados, de entre 26 y 74 años, que enfrentan penas de hasta 20 años de prisión.

Algunos acusados defienden que desconocían que Pélicot le administraba medicamentos para dormir a su mujer y afirman que pensaban que se trataba de una pareja libertina, algo que negó la víctima en su primera declaración ante el tribunal.

Dominique Pélicot: “Arruiné todo”

En una declaración de una hora ante el tribunal, Pélicot explicó cómo su esposa lo había salvado de una infancia atormentada.

Expresando remordimiento, con la voz temblorosa y a veces apenas audible, trató de explicar los acontecimientos que, según él, marcaron su infancia y lo dejaron traumado.

“Uno no nace pervertido, uno se vuelve pervertido”, dijo Pélicot a los jueces, después de contar, a veces entre lágrimas, cómo fue violado por un enfermero en el hospital cuando tenía 9 años y cómo luego fue obligado a participar en una violación en grupo a los 14 años.

Pélicot también habló del trauma que sufrió cuando sus padres acogieron a una niña en la familia y de ser testigo del comportamiento inapropiado de su padre hacia ella.

“Mi padre solía hacer lo mismo con la niña”, dijo. “Después de la muerte de mi padre, mi hermano dijo que los hombres solían venir a nuestra casa”.

A los 14 años, dijo, le preguntó a su madre si podía salir de casa, pero “ella no me dejó”. “Realmente no quiero hablar de esto, simplemente me avergüenzo de mi padre. Al final, no lo hice mejor”, dijo.

Cuando se le preguntó sobre sus sentimientos hacia su esposa, Pélicot dijo que ella no merecía lo que él hizo. “De mi juventud, solo recuerdo conmociones y traumas, olvidados en parte gracias a ella. No se lo merecía, lo reconozco”, dijo entre lágrimas.

“Me arrepiento de lo que hice y pido perdón, aunque sea imperdonable”, agregó, mientras su exmujer lo miraba a los ojos desde el centro del tribunal. En ese momento, volvió a ponerse las gafas de sol.

Más tarde, Dominique Pélicot dijo: “Estaba loco por ella. Ella reemplazó todo [lo malo]. Yo arruiné todo”.

Condiciones especiales

Después de suspenderse el juicio en varias ocasiones por el estado de salud de Dominique Pelicot, este martes, el acusado ha comparecido finalmente ante el Tribunal y su familia, aunque en condiciones especiales: debido a su estado de salud, está previsto que se realicen breves descansos de 15-20 minutos cada 90 minutos.

Su abogada, Beatrice Zavarro, ha manifestado su malestar después de que su cliente llevara días alertando de sus dolencias y sin recibir tratamiento médico hasta este pasado domingo, cuando fue hospitalizado por una infección renal y un cálculo en la vejiga.

Fuente: La Capital

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