Javier Milei lleva la violencia verbal a un punto de casi no retorno

«Me gustaría meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo, con Cristina adentro», dijo, desatado, el presidente de la Nación, Javier Milei sobre la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner a poco más de dos años del intento de magnicidio. Los autores intelectuales de ese ataque aún no fueron investigados, ni condenados y se sospecha que pueden estar vinculados a la familia Caputo, cuyos miembros forman parte del gobierno actual. «¿Así que ahora también me querés matar?«, le respondió la expresidenta, y agregó: «¿Sabés una cosa, Javier Gerardo Milei? Aunque me maten y de mí no queden ni la cenizas… tu Gobierno es un fracaso y vos como Presidente das vergüenza ajena«. El repudio a la violencia del jefe de Estado se hizo escuchar desde distintos sectores del arco político y también desde los organismos de Derechos Humanos y desde la CGT, que aclaró que «la muerte no puede formar parte de la disputa política». Tal como ocurrió antes del intento de magnicidio de la entonces vicepresidenta, desde la oposición alertan sobre la violencia discursiva y simbólica que fogonea el Presidente y muestran preocupación por las consecuencias que puede traer, incluso provocando y legitimando la violencia física. El repudio fue amplio, salvo por la UCR, que llamativamente hasta anoche se mantenía en silencio. 

A última hora del lunes, Milei le respondió a CFK y siguió incitando la violencia: «agradezco sus posteos en dos direcciones: deja en evidencia su ignorancia e impericia para llevar a cabo los destinos de un país, salvo que su objetivo sea destruirlo; y me permite disfrutar el placer de hacer docencia. La espero ansioso con su próxima barbaridad», resaltó y trató de argumentar con números su gestión. Dijo que «la mejor política social es bajar la inflación».

La respuesta de Cristina

Cristina Fernández de Kirchner se ocupó de centrarse en las críticas a Milei con argumentos concretos y económicos de su gestión en el gobierno: «ibas a dolarizar y terminaste copiándole la tablita del dólar a Martínez de Hoz; y lo tenemos otra vez al Toto Caputo con el carry trade, donde se la están llevando en pala los sectores financieros. Pensé que los plagios solamente los hacías con los libros», expresó y recordó: «Dijiste que ibas a cerrar el Banco Central y terminaste pasando sus pasivos al Estado argentino con las LEFI y las LECAPS que están generando intereses mensuales por más de 2 billones de pesos y armando una bola que, cuando explote, mejor no estar cerca».

La exmandataria reflexionó que «sería bueno que, en lugar de insultar a diestra y siniestra, y amenazarme con mi muerte, encontraras la forma de que los argentinos puedan volver a comer cuatro veces al día y en su casa, sus hijos crecer sanos para poder estudiar y progresar y los viejos tengan sus remedios para poder vivir». 

Ella, además, recordó que «ya hubo una época en la Argentina, en la que se pensaba que la muerte del adversario era la solución», y sumó otra ironía a propósito de la acusación que Milei formuló en campaña contra Patricia Bullrich de que su ahora ministra ponía bombas en jardines de infantes en los 70: «De aquel tiempo podes preguntarle a tu Ministra de Seguridad que, de eso, puede dar cátedra». Subrayó: «Estás nervioso y agresivo porque todas las idioteces que, durante años, dijiste en la tele y todavía seguís repitiendo son solo eso: idioteces».

Por último, agregó que «como no tenés las más pálida idea de lo que es la gestión del Estado terminaste pidiéndole ayuda a Macri», e hizo responsable «a usted y a los medios que han habilitado discursos de violencia sin límites (que finalmente terminan con un intento de disparo en la cabeza), no sólo de lo que me suceda a mí, sino a otros peronistas, integrantes de otras fuerzas políticas opositoras y organizaciones libres del pueblo».

Desde el entorno de Milei algunos se limitaban a decir que «lo del ataúd», se trató de «una metáfora», mientras que otros señalaban que el Presidente «es un hombre libre que dice verdades sin miedo a las consecuencias». En esa línea se pronunció Milei a última hora: «le cuesta más trabajo entender una simple metáfora que mostrar su título de abogada», la siguió agrediendo. 

Un amplio repudio

«La muerte no puede formar parte de la disputa política», sentenció la CGT después de que se conocieran las palabras del presidente en contra de CFK. También le brindaron su «incondicional solidaridad», y remarcaron: «Repudiamos la violencia política ejercida por el Presidente al borrar todos los límites de la confrontación democrática. La palabra de un Presidente tiene un valor institucional que no debe ni puede ser disminuido y no debemos naturalizar la violencia en el discurso político», resaltaron.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof, en tanto, calificó el hecho de «gravísimo, nefasto e indigno» y lamentó: «¿Cuántas veces habrá que repudiar el odio y la violencia de las palabras de Milei?». «Estas declaraciones de un presidente contra Cristina son completamente incompatibles con la democracia». A él se sumó el titular del bloque de diputados de UxP, Germán Martínez. «Basta de incitación a la violencia», exclamó y exigió «ponerle un freno» a Milei entre «todas las fuerzas políticas». El senador y exministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedromarcó el tono antiperonista de los dichos de Milei y sostuvo que «no sólo lo hace para expresar su fantasía de una Argentina sin peronismo, sino también para desviar la atención y esconder el fracaso de su modelo económico».

ideas diversas. Desde el poder se debe gobernar con tranquilidad para evitar que el propio comportamiento del jefe de Estado instale y naturalice un clima de hostilidad, odio y violencia social».

Myriam Bregman, del FIT, manifestó «todo su repudio» ante las «violentas expresiones del Presidente a Cristina Fernández de Kirchner», y añadió que «en 2021 participé de un debate con Milei y decidí no darle la mano porque nos decía ´zurdos van a correr´, imitando el lenguaje de las patotas de la derecha. Ahora, desde el poder del Estado, sus agresiones se hacen más peligrosas». El abogado Carlos Maslatón, en tanto, indicó que «lo dicho por Milei es simplemente repugnante», y añadió que la respuesta de CFK «es precisa en lo económico y financiero», y «desenmascara el fraude en contra del pueblo que estas políticas significan, armadas exclusivamente para robar y traspasar riqueza de la mayoría explotada a una ínfima minoría de criminales de las finanzas».

El diputado del Partido Socialista, Esteban Paulón, lamentó que se asista «otra vez» al uso del «lenguaje funerario y violento por parte del Presidente», y agregó: «Hablar de enterrar, clavar tapas de ataúdes o insultar a quienes ya no puede defenderse, lo describe mucho más a él que al resto de la sociedad. Un país no se gobierna a puro insulto».

Fuente: Página 12

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