Relevaron más de 270 microbasurales en los barrios de Rosario

La suma de estos puntos de arrojo de residuos abarca unos 25.343 metros cuadrados, lo que equivale aproximadamente a 3 canchas de fútbol profesional

La gestión de residuos es un problema complejo en las grandes ciudades y Rosario no escapa a esa norma. Fuera del centro de la ciudad, la Fundación Igualar relevó la existencia de unos 270 microbasurales. De acuerdo al trabajo, la suma de todos estos puntos de arrojo ilegales de residuos abarca una superficie de 25.343 metros cuadrados, lo que equivale a unas tres canchas de futbol profesional. Un problema ambiental y de salud pública.

Las conclusiones del trabajo se presentaron en la última reunión del consejo asesor de Ecología y Ambiente del Concejo Municipal. La fundación Igualar lleva más de una década trabajando con las problemáticas que atraviesan, sobre todo, a los sectores más vulnerables de la ciudad de Rosario.

El relevamiento de microbasurales se realizó entre mayo y junio de este año. Puntualmente se contabilizaron aquellos sitios de acumulación de residuos que se forman en el área urbana de Rosario, sobre calles, veredas o baldíos, impactando en la calidad de vida de quienes habitan esos barrios.

El trabajo se desarrolló en tres instancias. En primer lugar se analizaron todos los expedientes ingresados en el Concejo Municipal, durante el año pasado y los primeros meses de 2024, pidiendo mejoras en el servicio de barrio y limpieza por la existencia de basura acumulada en calles y veredas.

Esa información se comparó con imágenes satelitales que permitió corroborar la existencia de esos puntos de arrojo de residuos. Y finalmente se realizó un recorrido por la zona oeste de la ciudad para evaluar in situ la presencia de microbasurales, con el objetivo de evaluar el método de trabajo.

Un problema ambiental crónico

«El relevamiento surge a partir de una percepción: teníamos la idea de que en los últimos meses los problemas con la higiene urbana se habían incrementado», cuenta María Madoery, una de las encargadas del relevamiento, y advierte sobre los problemas que genera la acumulación de residuos en forma crónica en muchos barrios donde «son un foco de contaminación y de presencia de vectores, como ratas, pero además la basura obstruye los desagês pluviales, por lo cual ante una mínima lluvia las calles y los pasillos se inundan, y la gente no puede salir de su casa».

Según destaca, la acumulación de basura en las calles, las esquinas o los espacios públicos de un barrio «son el síntoma, o la consecuencia, de las deficiencias del sistema de gestión de residuos municipal, lo cual genera una situación problemática entre los vecinos, sus residuos y su entorno, lo que naturalmente impacta en la calidad de vida de la población».

>>Leer más: A fin de año habrán erradicado 80 minibasurales en Rosario

El mapa de los residuos

El relevamiento de los microbasurales se volcó en distintos mapas de la ciudad. Cada uno de esos lugares de arrojo clandestinos se ubicó en cada uno de los distritos de la ciudad. El distrito Centro fue el único donde no se detectaron microbasurales. En cambio, el Oeste fue el lugar donde esta problemática está más extendida: allí se encontraron la mitad de estos puntos de acumulación de residuos.

En segundo lugar, aunque en mucha menor medida, se ubica la zona sudoeste con el 14,4% y en tercer lugar la zona sur con el 12,6%. El noroeste y el norte de la ciudad concentran menor cantidad de sitios, reuniendo el 10,7% y el 9,2% respectivamente.

Al interior de cada uno de estos distritos, el amontonamiento de basura se hace más evidente en los barrios populares. Al cruzar los sitios georreferenciados de arrojo de residuos con los polígonos registrados en el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap), surge con claridad que es precisamente en estos barrios donde la problemática se expresa en mayor escala.

De acuerdo al relevamiento, el 43,3% de los microbasurales se encuentran ubicados dentro de los polígonos de barrios populares. A su vez, el 23,3% se hallan a una distancia de hasta 200 metros de los mismos. De esta manera, el 66,6 % de los microbasurales se presentan al interior en las inmediaciones de estos barrios.

En la mayoría de estos barrios, destaca Madoery, no está alcanzado por el sistema de recolección de residuos o la instalación de contenedores de basura. En siete de cada diez microbasurales relvados no se registró presencia de contenedores.

Pensar soluciones

La proliferación de microbasurales en los barrios populares «es una problemática que toma relevancia pública y exige la necesidad de pensar soluciones desde la planificación urbana estatal», destaca el trabajo y advierte que la proliferación de microbasurales como forma de resolver la disposición de los residuos tiene impactos en el suelo, la atmósfera, el agua y, fundamentalmente, la salud de los habitantes.

Por ejemplo, cuan estos basurales se incendian exponen a la población a contaminantes y libera sustancias conocidas como gases de efecto invernadero. Los líquidos que se producen en el proceso de degradación de la basura escurren de manera superficial o pueden infiltrar se en el suelo y alcanzar cuerpos de agua.

La acumulación de basura en las calles o espacios públicos tiene su impacto también en la salud de las personas, no sólo por la aparición de vectores capaces de transmitir enfermedades a la población, como por ejemplo ratones, sino también por la quema de los residuos repercute sobre la salud respiratoria de la población.

Fuente: La Capital

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