La renuncia de Macri a ser candidato presidencial impacta en las elecciones de Argentina
El exmandatario es uno de los líderes con mayor imagen negativa del país.
El escenario político electoral de Argentina con miras a las elecciones generales del próximo 22 de octubre se modificó con la renuncia del expresidente Mauricio Macri a ser candidato, decisión que impactó en las peleas internas de las dos principales fuerzas políticas del país.
La víspera, el exmandatario confirmó a través de un video publicado en sus redes sociales que no se postulará a ningún cargo, lo que puso fin a meses de especulaciones.
«Quiero ratificar la decisión de que no seré candidato en la próxima elección», señaló en un mensaje en el que criticó al presidente Alberto Fernández y al peronismo en general.
Esta era una de las definiciones que se esperaban con miras a los comicios presidenciales, ya que hasta el pasado fin de semana Macri todavía formaba parte del grupo de precandidatos de la alianza conservadora Juntos por el Cambio.
La coalición de derecha arrastra meses de duros enfrentamientos internos en pos de una candidatura a la que aspiran el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta; la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y la diputada María Eugenia Vidal.
Ya sin Macri en la lista de aspirantes, se prevé que su papel será el de atemperar las peleas en Juntos por el Cambio para evitar que repercutan en los resultados electorales.
El anuncio del expresidente no sorprendió tanto como la reacción de los políticos y la prensa macrista, ya que nadie le pidió que reconsiderara su renuncia.
Reacciones
Una vez que Macri publicó su video, se puso en marcha un operativo mediático para instalarlo como «un estadista» y «agradecerle» que, en una decisión «histórica», con «grandeza» y «generosidad», haya dejado atrás «el ego» para no volver a postularse.
«Una vez más y cómo lo ha hecho a lo largo de toda su vida, Mauricio Macri toma una decisión que deja en claro su enorme visión, su generosidad, valentía y amor por los argentinos», afirmó Rodríguez Larreta.
«La histórica decisión de Mauricio Macri confirma su grandeza y generosidad. Aún pudiendo volver a ser presidente ha priorizado los intereses de nuestro país antes que los propios, como muy pocos dirigentes lo han hecho en la historia argentina», afirmó Bullrich, quien es la precandidata más cercana al exmandatario.
Vidal, por su parte, convocó a Juntos por el Cambio a terminar con las peleas internas y a diseñar un proyecto económico de manera conjunta.
«Sé que muchos argentinos pueden estar tristes con la noticia de que Mauricio no será candidato. La mejor manera de acompañarnos es consolidando el espacio que él fundó (…) tenemos que garantizar que los valores que Mauricio logró asentar sean defendidos con firmeza, incluso más allá de esta elección (…) tenemos que asegurar la unidad, acordar reglas claras y constructivas para la campaña», señaló.
La prensa macrista se colmó de halagos. Algunos columnistas incluso lo calificaron como un «héroe» y lo compararon con el prócer argentino José de San Martín; el fallecido primer ministro británico Winston Churchill, o con el expresidente español Felipe González.
Desde la oposición al macrismo, en cambio, le bajaron el tono épico a la renuncia del exmandatario.
Memoria
En medio del revuelo que provocó el anuncio de Macri, sus críticos advirtieron que, en realidad, se retiró de la contienda porque, desde que dejó el poder en diciembre de 2019, las encuestas han demostrado de manera persistente una mayoritaria imagen negativa y escasa intención de voto del 20 %.
Según los sondeos de los últimos meses, el Gobierno que encabezó Macri es calificado como «malo» por más del 60 % de los ciudadanos, en tanto que, a nivel personal, su balance positivo apenas oscila entre el 25 % y 35 %, mientras que el negativo siempre supera el 50 %, lo que lo convierte en uno de los líderes políticos con una imagen más desgastada, similar al de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, su principal antagonista.
Los adversarios de Macri también recordaron que el expresidente terminó su gestión con niveles récord de deuda, pobreza, devaluación e inflación, lo que explicó que no pudiera reelegirse en 2019 y que perdiera contra Alberto Fernández.
Más allá de las críticas, la decisión del exmandatario también repercutió en el Frente de Todos, la alianza oficialista que encabezan el presidente y la vicepresidenta y que, al igual que Juntos por el Cambio, sostiene una fuerte batalla interna que cada tanto cierne amenazas de una ruptura.
Tanto Fernández como Fernández de Kirchner son precandidatos a postularse este año a la presidencia con la esperanza de que el peronismo retenga el poder, a pesar de la grave crisis económica que padece el país y que ha superado con creces los niveles de deuda, pobreza, devaluación e inflación que heredaron del macrismo.
Con la renuncia de Macri, se reforzó la presión pública para que el presidente y la vicepresidenta también anuncien que no serán candidatos pero, dentro de la coalición, el kirchnerismo comenzó una estrategia para exigirle a Fernández que sea él quien confirme que no buscará de la reelección.
De acuerdo con diversos trascendidos de la prensa argentina, Fernández, quien se encuentra de gira en EE.UU. y esta semana se verá con el presidente Joe Biden, se niega a ceder la postulación.